Confecomerç está ultimando el lanzamiento de un nuevo servicio para la “Gestión de la prevención de riesgos laborales en el pequeño comercio” con el fin de ayudar a los comercios asociados a formarse en materia de prevención de riesgos y autogestionar esta parte tan importante de su negocio, con el consiguiente ahorro de costes. La Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo colabora en esta iniciativa.

Esta no es la primera acción que desarrolla Confecomerç en el área de prevención de riesgos laborales. En 2020 ya puso a disposición de sus asociados varios modelos de planes de Contingencia y Continuidad en el Trabajo frente a la Covid-19.

Con este nuevo servicio, que responde a lo dispuesto en la Ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales, en la que se determina que las empresas con trabajadores por cuenta ajena deben contar con prevención, bien asumida por el empresario, por trabajador designado o servicio de prevención propio o ajeno, las pequeñas empresas del sector del comercio minorista podrán optar por la autogestión y cumplir con sus obligaciones legales, recogidas en el artículo 11 del R.D. 39/1997.

Expertos en la materia han realizado un exhaustivo trabajo para extraer las obligaciones que exige la normativa vigente y el procedimiento a seguir por el comercio en el área de prevención para garantizar la seguridad y salud laboral de todos sus trabajadores.

El proyecto incluye formación online certificada para gerentes y responsables del comercio, con una duración de 30 horas, así como el material necesario para autogestionar la prevención de su negocio.

En el caso de la formación, que estará disponible en la Acadèmia dels Comerços de Confecomerç, se ha diseñado un curso dotado con vídeos tutoriales en los que se explica al alumno la forma en que debe cumplimentar los documentos/formularios básicos para la autogestión de la prevención. A su vez se han incorporado al curso varios cuestionarios de control y autoevaluación a rellenar por los alumnos.

La prevención es uno de los elementos que genera mayor confianza, no solo en el seno interno de la empresa (trabajadores) sino también en el externo (clientes). Esa responsabilidad, adquirida por el empresario hace que el pequeño comercio se reconozca como un entorno estable, y fomenta el carácter de nuestro tejido comercial como potencialmente seguro, competitivo y sostenible.

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