Confecomerç impulsa un programa de tutorías personalizadas de escaparatismo con la colaboración de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo
El escaparate es la primera línea de contacto entre un comercio y su cliente potencial. Un espacio decisivo que comunica, emociona y, en muchos casos, determina si alguien se detiene… o sigue de largo. Con el objetivo de reforzar el atractivo visual del pequeño comercio y mejorar su capacidad de captación, Confecomerç ha puesto en marcha un nuevo programa de tutorías personalizadas de escaparatismo, dirigido a los establecimientos asociados.
La iniciativa, que cuenta con la colaboración de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, se enmarca en el plan de mejora continua de la imagen comercial y la experiencia de compra, y tiene como propósito ayudar a los comercios a optimizar sus escaparates a través de formación y un acompañamiento individualizado, práctico y orientado a resultados.
Este año, 50 comercios de diferentes sectores participan en esta primera edición, recibiendo asesoramiento directo por parte de Miguel Bort, experto en escaparatismo con más de 25 años de trayectoria como consultor, formador y autor de obras especializadas.
“El escaparate debe ser un imán. Tiene que contar una historia, atraer visualmente y conectar con quien pasa por delante. Con pequeñas mejoras se puede lograr un gran impacto en las ventas”, señala Bort, responsable de las tutorías.
Diagnóstico, propuesta y mejora personalizada
El programa se desarrolla en cuatro fases:
1.- Observación directa del escaparate y toma de imágenes
2.- Elaboración de un informe con propuestas de mejora específicas
3.- Entrega, explicación del informe al comercio y formación
4.- Envío del informe final por correo electrónico y material didáctico
Las recomendaciones abordan aspectos clave como la composición visual, la iluminación, el uso del color, la rotación temática, el etiquetado o la integración de promociones, entre otros. Todo ello adaptado a la realidad de cada establecimiento, su entorno urbano y su identidad como marca.
Profesionalización al servicio del comercio
Con esta acción, Confecomerç refuerza su compromiso con la profesionalización del sector comercial, ofreciendo herramientas que fomentan la creatividad, la diferenciación y el impacto directo en la experiencia del cliente. Además, se apuesta por un modelo de asesoramiento práctico, realista y centrado en resultados visibles.
“No se trata solo de decorar, sino de vender mejor. Cada comercio tiene algo único que mostrar, y el escaparate es su gran oportunidad para hacerlo”, añaden desde la organización.
Una apuesta por la imagen que conecta con el entorno
En un contexto donde la experiencia de compra se valora cada vez más, iniciativas como esta demuestran que el comercio local sigue innovando y apostando por la mejora continua. A través del diseño, la estética y la planificación estratégica del espacio, el pequeño comercio puede seguir siendo competitivo, cercano y diferencial.



