La guerra en Ucrania y la huelga de transportes complica la recuperación del pequeño comercio
El comercio ha llegado sin oxígeno al nuevo envite que representan la subida de los costes de la energía, la falta de determinadas materias primas o la huelga de transportes. A ello se suma ahora la creciente incertidumbre causada por un contexto social y político, cuyo fin es imposible de predecir, y que ya está provocando una retracción del consumo. El sector necesita de forma urgente medidas excepcionales que lo protejan y que ayuden a reactivar el consumo, y eso es lo que viene exigiendo Confecomerç reiteradamente en las últimas semanas.
Rafael Torres, presidente de la Confederación, así lo ha manifestado en repetidas intervenciones públicas y declaraciones a los medios de comunicación, en las que ha alertado sobre las consecuencias negativas para el pequeño comercio del imparable aumento de los costes fijos y la creciente inflación, de la carestía de determinados productos provenientes de la zona en conflicto, de la huelga del sector transporte o del hecho de que las ventas siguen sin ser las mismas que antes de la pandemia.
Los pequeños comercios afrontan el nuevo escenario con preocupación, lo que ha llevado a patronal del pequeño comercio, la mayor en representación y vertebración de la Comunitat Valenciana, a reclamar públicamente medidas que puedan ayudarles a superar la crisis actual.
“El escenario actual hace agonizar a muchos comercios que sólo con la subida de la luz y del gas ya dicen que no pueden más y que van a tener que cerrar”, advierte Torres.
Plan de choque para el sector
El comercio necesita un plan de choque que incluya medidas para proteger a unas empresas que viven un contexto económico y social complicado y que ven como se aleja el camino de la recuperación.
Confecomerç ha pedido que no se suban impuestos, que los fondos sin repartir del Plan Resistir Plus puedan utilizarlos las Comunidades Autónomas para ayudar a los sectores afectados, en lugar de tener que devolverlos, que se aprueba una moratoria para la devolución de los créditos ICO, o que se apueste por medidas como los bonos de comercio, que han servido para dinamizar el consumo y reactivar las compras allí donde se han puesto en marcha.
De prolongarse la situación actual, será “devastadora” para el sector, advertía hace unos días Torres, quien señalaba que el pequeño comercio necesita que las soluciones que se adopten sean excepcionales y urgentes, como la propia situación.
Y añadía que si el Gobierno no adopta medidas de compensación habrá una mayor traslación a los precios de venta del aumento de costes y un incremento de la inflación.