Prácticamente la totalidad de los 259 puestos de venta del Mercado Central solicitarán las subvenciones del Plan Resistir-Ciutat Vella, impulsado por la Concejalía de Desarrollo Económico, cuyo objetivo es contribuir a reflotar la actividad económica de este distrito, especialmente afectado por las restricciones de movilidad impuestas por el coronavirus y, ahora, además, por las actuales obras de reurbanización del entorno de este recinto y la Lonja y de la Plaza de la Reina.
El Plan Resistir contempla una ayuda de 2.000 euros por persona autónoma o microempresa beneficiaria y 200 euros adicionales por cada trabajador en plantilla. Se calcula que la cantidad a percibir por los vendedores del Mercado Central superará los 600.000 euros.
Tras la reunión solicitada por la Asociación de Vendedores del Mercado Central al Ayuntamiento de València, los representantes de los vendedores pudieron confirmar que todos los vendedores podían acogerse al Plan Resistir-Ciutat Vella, lo que supone acceder a ayudas que irán desde los 2.000 euros hasta los 4.000, además de la bonificación de IAE, en aquellos casos en que los vendedores estén obligados a pagar.
En la actualidad el Mercado Central cuenta con 259 puestos de venta, de los que el 94% (244) son de alimentación y el 6% restantes (15) son de no alimentación. De los puestos de alimentación, 169 son de producto fresco (70 puestos de carnicería y charcutería; 51 puestos de frutas y verduras; 33 puestos de pescado y marisco; y 15 puestos de panadería); 63, de otro tipo de alimentación; y 12, de platos preparados y hostelería.
Los vendedores del Mercado Central han hecho un gran esfuerzo para atender con normalidad a sus clientes, cada día, a lo largo de los meses en que las medidas de seguridad derivadas de la gestión de la crisis sanitaria han generado un escenario de excepcionalidad cambiante.
En este sentido, en todo este tiempo, ha garantizado el abastecimiento a través de la compra presencial en sus puestos en condiciones sanitarias óptimas –limitando el aforo, estableciendo las medidas necesarias para mantener la distancia de seguridad y recordando la obligatoriedad del uso de mascarillas y de gel hidroalcohólico, disponible en todas las puertas- en el interior del edificio. Un edificio que, por sus características arquitectónicas, dispone de un circuito de ventilación y renovación del aire permanente y en el que habitualmente –y no solo por la situación generada a raíz del coronavirus- se realiza una escrupulosa labor de limpieza, mediante el uso de desinfectante en las zonas comunes (suelo, barandillas, pasamanos y baños).
Además, el Mercado Central, gracias a su adaptación tecnológica y la renovación de su página web, ha podido seguir atendiendo a quienes no han podido acceder de modo presencial cuando ha habido límites estrictos de movilidad, gracias al Servicio a Domicilio, que, a pesar de estar funcionando más de 30 años, muchos ciudadanos han descubierto en las actuales circunstancias.